domingo, 4 de noviembre de 2018

AUSENCIA

Con su madre era capaz de vivir cualquier nimiedad como una experiencia asombrosa. Pero nunca pudo recordar a qué edad la había introducido en el placer de ampliar la vida con estallidos de irrealidad, sin perder de vista el límite de los mundos o fantasías. Conservaron la complicidad, incluso cuando estaban separadas por miles de kilómetros. Una época en que los números no se mostraban en el teléfono, pero ambas sabían a quién escucharían al descolgar.

Años más tarde, continuó escuchando a diario aquel timbre de voz alegre, jovial, cariñoso, pícaro... Y de repente se dio cuenta de que ese número ya no asomaría en su casa… Desde entonces, cuando la ausencia la visita, desnuda los pensamientos, enmudecen los colores y la sombra no extraña la luz hasta que el aroma a rosas invade una estancia concreta de su casa.
©Pilar Cárdenes

11 comentarios:

  1. Qué bonito y qué triste a la vez. Me ha gustado muchísimo.

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  2. Abordan sentimientos encontrados en este relato tan dulce y sutil.
    Me ha parecido muy ocurrente y hermosa esta frase: Una época en que los números no se mostraban en el teléfono, pero ambas sabían a quién escucharían al descolgar.
    Precioso Pilar, me ha encantado.
    Un abrazo y buena semana te deseo.

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    1. Parece que haya pasado una eternidad y, sin embargo, fue en 1999 cuando telefónica introdujo el identificador de llamadas...
      Muchas gracias, Elda.
      Un abrazo

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  3. Una vez màs ,empleas cualquier recuerdo(tfno,sin nùmero)para hacer algo entretenido y qte dejan una sonrisa en la cara.Gracias Pilar x escribir

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. Querida Pilar el poema que nos regalas es hermoso. Esa ausencia eterna que es parte de la vida y que a todos en algún momento lamentablemente llegará. Hoy en día disfruto a mis seres queridos porque quiero que el día en que ya no los tenga en carne y hueso sean los recuerdos imborrables los que me permitan superar ese dolor tan grande al perderlos. Te dejo un abrazo afectuoso.

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  6. Hola, Lady Blue. Cierto, la muerte es parte de la vida y así hay que aceptarlo.
    Muchas gracias por tu comentario, aunque mi escrito esté muy alejado de lo que se entiende por poema.
    Un abrazo y feliz semana.

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  7. Sí... la muerte es penas una otra vida... affuera de nuestro mundo.
    Que nuestros muertos nos encuentren vivos nel otro mundo!!!

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  8. Qué bello tratamiento literario para desvelar una emoción y complicidad con quien más se ama, y esa sutil figura que da cuenta de su distanciamiento corporal: el teléfono donde ya no estaría su voz, ni su número. Un abrazo. Carlos

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