Me
duele la cabeza, ¿será migraña? —pensó Buenaventura mientras colocaba un viejo
radiocassette sobre la mochila del retrete— Pulsó “REC”, esperó unos segundos y orinó
todo lo alto que pudo. Tiró de la cisterna, abrió el grifo del lavabo y sin
cerrarlo se enjabonó lentamente las manos; se las secó, hizo chirriar el picaporte de la puerta y la cerró de
golpe sin salir del baño. “STOP”
En un intento gradual por
sobreponerse a la muerte de Virginia estaba dando un engañoso salto al vacío.
La culpa lo atenazaba con el recuerdo de las horas que pasaba absorto en aficiones; ella solo esperaba un minuto de atención. Escudriñó en la memoria para saber en
que momento el poder del tedio se había acomodado en sus vidas sumergiéndolos
en el silencio de dos extraños “¡Maldita ratonera!”, gritó exasperado. Ahora
comprendía que Virginia dejó de confiar en que el tiempo resolviese las
dificultades y había cerrado las puertas de la ilusión; ya no esperaba ningún
acontecimiento, ahorrándose el trabajo de planteárselas.
El sueño lo venció
reflexionando sobre la incapacidad del hombre para vivir solo y para compartir
en compañía. Sonó el despertador. Recogió el periódico del suelo del vestíbulo.
Preparó dos desayunos que sirvió en la mesa del comedor. Cuando terminó se
sentó en el orejero del salón con la
prensa en su regazo. Pulsó el “PLAY” y cerró los ojos mientras disfrutaba la
cascada de sonidos tan familiares que detestó durante cuarenta años…El silencio
regresó acompañado de la pastosa nostalgia, pero antes de dejarse atrapar,
quitó la tela que cubría la jaula del canario y permitió que la alegría se
expandiera hasta el último rincón de la casa.
Pilar Cárdenes Ramirez
Me encannnnnnnnnnnnnnnntó.
ResponderEliminarPilar a veces nos damos cuanta de cuanto necesitamos al otro, demasiado tarde...
ResponderEliminarel amor hay que vivirlo cada día, en cada momento...y disfrutar del hoy ante el mañana incierto...
un abrazo
Compartir, esa palabra lo dice todo, Pilar. Tu personaje se dió cuenta demasiado tarde de las cosas buenas que había perdido porque que no supo mimar ni valorar. Al final los resultados le llegaron.
ResponderEliminarAbrazos
Fina
Suele pasar que las mejores cosas las tenemos tan cerca, al alcance de la mano, hasta un simple tic-tac de un reloj puede ser compañero, simplemente bastaría con abrirnos tan poco, apenas nada y no sería necesaria una grabación al final de la vida.
ResponderEliminarComo siempre un relato muy a lo Pilar, muy sencillamente tú y esa sensibilidad marcada tan necesaria.
Un Abrazototes de los grandes, querida Pilar
Ni estar solos ni compartir en compañia, asi somos las personas, mas conscientes de ello deberíamos ser. Ell mundo cambiaria un monton. Gracias por este relato, me ha encantado querida Pilar. Besos
ResponderEliminarAlguien, algún día, me contó su dicho favorito «vale más un por si acaso, que un quién lo hubiera sabido»...
ResponderEliminarCon eso me lo dijo todo...
Por si acaso, un besote de los grandes...
Una paradoja envuelve este breve y estupendo relato. Te cito. - ...la incapacidad del hombre para vivir solo y para compartir en compañía.-
ResponderEliminarUn caso somos los seres humanos, parece que nunca encontramos el equilibrio .
Un gran abrazo Pilar.
Precioso! Estupendo e intenso relato!
ResponderEliminarEchamos de menos lo cotidiano cuando deja de serlo. En ello incluyo a las personas que nos rodean cada día y de pronto sentimos que ya no están.
ResponderEliminarPerfecta armonía en tu relato.
Abrazos Pilar.
Escribes también que los relatos saben a poco. Pilar.
ResponderEliminarEl canto del canario parece ser la voz que desentona en un ambiente triste. Pero así es la vida. Ni más ni menos que como este retazo que nos cuentas.
Un fuerte abrazo.
Me gusta la perspectiva de tu relato, Pilar, tal y como lo narras, así como ese final esperanzado a través de los trinos de un pájaro. La nostalgia atrapa y es difícil escapar de sus redes, pero el sobreviviente es como si la domara. ¡Qué malo es perder al ser amado!
ResponderEliminarUn abrazo.
Estupendo relato, la vida es así, añoramos lo que tanto nos molestaba. El pajarito nos limpia las lagrimas. Un abrazo
ResponderEliminarLas contradicciones campan a sus anchas por nuestra vida. Es lo que hay y lo que hemos de aceptar.
ResponderEliminarBesos besos
PRECIOSO RELATO. A VECES CUANDO EL OTRO SE VA COMO LAMENTO NOS QUEDA EL CANTO DE UN PÁJARO.
ResponderEliminarILDUARA
Un estudio de la soledad tan profundo que sobrepasa cualquier relato lastimero, apenado o grácil, sobre posibles recuerdos que inundan las letras de lecturas al uso. Impresionante, Pilar. Recordar lo que parecía irritante y monótono es volver a una cotidianeidad, aparentemente deslucida pero real, vivida y sentida de verdad, tan añorada que no por común, no es recordada día a día, como la gran obra de teatro d ela vida.
ResponderEliminarUn relato especial y perfectamente concebido en fondo y forma. Mi más sincera enhorabuena.
<un cariñoso abrazo, querida amiga Pilar.
Perder aquello que se quiere es algo muy duro. Y lo peor es que con el tiempo esa perdida se hace más honda y dolorosa, ya que los recuerdos siempre están presente.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡¡¡Magnifico¡¡¡ , consecuente, elocuente y con una realidad que absorve de manera aparentemente sencilla ,la gran tragedia
ResponderEliminarBesos muchos ♥♥
tRamos
Después de una pérdida, siempre es bueno darle al "play" o quitarle la tela que cubre la jaula del canario y dejarle cantar. Dos imágenes que nos traen a la realidad de que "hay que seguir".
ResponderEliminarUn relato bien llevado en forma, por la fluidez y naturalidad de estilo; y de fondo, porque no haces trajedia de la trajedia.
Llevo un tiempo leyéndote, Pilar. Te descubrí a través de blogs amigos como el Antonio Campillo o el de Ximo, entre otros, pero hasta ahora no había podido dejarte comentarios ni hacerme seguidora de tu blog por unos problemas que he tenido con Blogger o Google (tanto monta, monta tanto) y que por lo visto no he sido la única. Como, afortunadamente, ya parece haberse solucionado, espero no sólo seguir leyéndote, sino además dejarte comentarios, siempre que te parezca bien, naturalmente.
Un abrazo
las pérdidas siempre nos invitan a sopesar
ResponderEliminarlo que realmente nos hace sentido en la vida
muchas de ellas cuando ocurren nos dejan angustias
que luego el tiempo y el recuerdo nos las hacen más
llevaderas, otras veces esas pérdidas nos terminan consolando
abrazos y buen fin de semana
SENCILLAMENTE, MAGISTRAL!!!
ResponderEliminarUN ABRAZO
Yo quiero ser la siguiente pérdida.
ResponderEliminarSé que es egoísta por mi parte pero no me importa.
Besos.
Hay perdidas tan grandes que es imposible volver a la cotidianidad costumbrista sin apenas enloquecer un poco.
ResponderEliminarUn abrazo
Toda una consecuencia de una vida juntos.
ResponderEliminarun abrazo
fus
Dolorosa memoria de la mujer, su esposa, que se cansó de vivir. Lo de la jaula, genial figura, para espantar el duelo. Un abrazo. carlos
ResponderEliminarQue complicados somos los seres humanos.!!!! Esa tristeza tan profunda que le induce a evocar hasta lo más detestable para convertirlo en lo mejor del presente.
ResponderEliminarPilar me encantó como abordas el dolor de la ausencia. Enhorabuena!!!!
Besos
Me quedo con ese canto final, muy bien llevado desde el inicio, a la vida y a la estampida hacia adelante. Como casi siempre no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos por eso hay que saber valorar lo realmente importante en nuestras vidas y para cada uno y no dejar que otros nos creen absurdas dependencias y necesidades.
ResponderEliminarBesos de gofio.
Te felicito por tan excelente relato.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias Pilar por tu comentario! Ya hacía tiempo que no te leía, y realmente me impacta este relato,casi circular,donde todo comienza donde todo acaba como en un bucle..me ha gustado muchísimo!
ResponderEliminar!Hola,Pilar!
ResponderEliminarLa conciencia siempre aparece cuando menos debe para recordarnos el peso de la culpa.Estuvo demasiados años arrastrando un hastió que podía haber evitado,quizás entonces recordaría otros momentos mas felices que le ayudarían a soportar la soledad.Ese pájaro es el despertar a una nueva vida.
Tienes unos relatos esplendidos.Muchas gracias por tu amabilidad y visita en mi humilde blog.Muchos besitos.
Tal vez sea mejor dejar volar esa pena, y mantener siempre abierta la puerta de esa jaula.
ResponderEliminarAbrazos.
La mente nos lleva a lugares que a veces no queremos llegar.
ResponderEliminarsaludos
Ha sido un relato excelente.
ResponderEliminarLa contradicción del Ser Humano en toda su existencia. Ese rectificar demasiado tarde y esa grabación que sabe a compañia, a pesar de su contenido. El remate de la jaula ha estado genial.
Abrazos y Besines.
Escribes tan exquisitamente, nos llevas a ser parte de la historia...cuestionar los problemas cotidianos de una vida que se comparte por costumbre para llegar a un final entre dudas y la rutina...precioso!
ResponderEliminarBesos, feliz fin de semana!
Esperar que solo el tiempo solucione las dificultades no suele dar muy buen resultado.
ResponderEliminarMuy agradecida por recordar mi cumpleaños.
Besotes!
Hola Pilar,
ResponderEliminarsi cabe te pido una disculpa, recién hoy pude venir a visitar tu espacio, que por cierto me gustó mucho el relato, es interesante, ameno y muy bien hilvanado.
Saludos cálidos.
No imaginé ese final Pilar. No imaginé que la grabadora tenía esa utilidad. Muy bueno.
ResponderEliminarAbrazos.
El silencio de la soledad es insoportable, sobre todo de la soledad no buscada sino impuesta, ésa que nos hace vulnerables y nos hunde en el más absoluto de los vacíos, ésa que deja que nuestras ilusiones se pierdan por el agujero del retrete.
ResponderEliminarUn relato que nos induce a reflexionar.
Un saludo
joder.. que bueno..... breve e inmenso... un saludo....
ResponderEliminarTe dejé un premio en mi blog! Un abrazo!
ResponderEliminar¡Hola Pi! Que bueno el leerte de nuevo, me has hecho reflexionar con esta frase: " El sueño lo venció reflexionando sobre la incapacidad del hombre para vivir solo y para compartir en compañía" Wow, despues de esto los aplausos en silencio vienen en racimos, un gusto saber de ti de nuevo amiga Pi!
ResponderEliminarHola; Lo que más me fascinó, es que un diminuto canario alegre la capacidad del silencio.
ResponderEliminarUn abraciño,
Rosa María Milleiro
Vine a darte una vueltita y a dejarte mi siempre abrazo, Pilar.
ResponderEliminarNada es facil en este mundo, ni estar solo y mas dificil estar en compañía
ResponderEliminarno siempre se es absolutamente consciente de que una pérdida significativa nos coloca en la razón de repartir, asumir y compartir silencios y soledades.
ResponderEliminarel relato, lejos de estremecer, pone el dedo en la llaga. ¡Y cursa su efecto ipso facto!
Muy bueno, en verdad
Abrazo
El silencio regresó acompañado de la pastosa nostalgia,.... con esa frase me duermo hoy
ResponderEliminarVengo a dejarte mi ABRAZOTE, hacía días que no pasaba.
ResponderEliminarSe te extraña, Pilar.
Tal vez ya era tiempo de empezar a despertar y volver a la vida.
ResponderEliminarExcelente escrito.
Muchos abrazos.
como callando de brisas
ResponderEliminarmejor silencio, Pilar!!
un abrazo
Vengo a dejarte un saludo cariñoso y los mejores deseos para este año que se inicia.
ResponderEliminarLa lectura de tu obra siempre me deja pensativo y algo mas rico. Un abrazo afectuoso.
Pasé para dejarte un abrazo.
ResponderEliminarQue estés bien.
HD
Un super relato!!! Me encantó!!!
ResponderEliminarEl ser humano es muy "peculiar" Y las garras de ese dicho: nadie sabe lo que tiene hasta que o pierde, muchas veces rasga alma. Ahora bien,a pesar de los pesares, dejarle solo al tiempo la resolución de penas o problemas, casi nunca da buenos resultados
Fue un placer acompañar mi café, con esta muestra de escritura y genio!!!
Besosssssss
Somos raros y contradictorios, corto pero intenso.
ResponderEliminarAunque sea con un día de retraso, muchas felicidades.
ResponderEliminarBesos.