domingo, 20 de diciembre de 2015

EL DIENTE PERDIDO: cuento navideño


Las tres campanadas de la primera madrugada del 2016 sacaron al sudoroso Segismundo del sueño erótico en el que su catre se había convertido en un corazón gigantesco relleno de agua y con cuatro señoritas de diferentes colores jugando al parchís. Confuso, por lo que él pensaba que seguía sucediendo, se relamió el interior de la boca, pero algo no iba bien, el vacío era evidente… Se incorporó al son de la desafinada orquesta de sus huesos, y llegó hasta el baño donde el espejo se ensañó sin piedad; su único diente, centinela en la guarida, se había fugado con el viejo 2015.
© Pilar Cárdenes

7 comentarios:

  1. Muchas gracias, Pilar.

    Mil besitos, preciosa.

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  2. Me ha parecido un cuento precioso lleno de matices, que producen diferentes sensaciones.
    Me ha encantado esta frase: Se incorporó al son de la desafinada orquesta de sus huesos.
    Y me ha resultado muy original y a la vez tierno, en definitiva, me ha encantado de verdad.
    Un placer haberme caído por aquí.
    Te deseo fELIZ NAVIDAD con un abrazo.

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  3. Gracias por el enlace y por tus deseos. Abrazos, Pilar

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  4. La belleza de un texto, a pesar del diente que se va con el año. Algo dejamos cada año. Mi abrazo cálido para este calor navideño. Carlos

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  5. Ah qué precioso tu micro Pilar! Es tan visual,que la figura de Segismundo y sus sueños eróticos en contraposición con su realidad gris, es estremecedora realmente!

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  6. Para tener sólo uno... mejor ninguno.
    Enhorabuena por ese parto.

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  7. Eres una genia.

    Me ha gustado mucho.

    Felices fiestas.

    Besos.

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