ABC, masculló mi viejo editor por séptima vez. ¿Qué se traería entre manos? No tuve la cortesía de preguntar si necesitaba algo porque aún estaba inmersa en la efervescencia de los personajes, situaciones y de la prisa por entregarle el manuscrito que esperaba desde hacía semanas. Era una persona comprensiva y no me hizo reproche alguno. Me invitó a un refresco. Luego sacó una serie de documentos antiguos, entre ellos: un ejemplar de la “Gaceta de Manila” donde se anunciaba el estallido de la guerra a finales del siglo XIX. Estados Unidos invadiría el archipiélago para poner fin al dominio español.
El tiempo voló. Durante un par de horas estuvimos hablando de cuestiones ajenas al motivo que me había llevado a su despacho. Aquel hombre era una fuente de inspiración. Me había generado tantas ideas para un hipotético próximo trabajo que desde entonces no paro de canturrear: Ei,Bi, SI, Di, I, Ef…, todo el abecedario y vuelta a empezar.
©Pilar Cárdenes
Animo y escribe, sigue haciéndolo por favor. Un abrazo
ResponderEliminarPues es un texto encantador. Esas colonias perdidas de finales del XIX dando juego.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Pilar, si este es un retazo del próximo proyecto que tengas en mente para escribir una novela, me encanta. Muy curioso me ha resultado lo del abecedario, me ha dejado intrigada, :))).
ResponderEliminarEncantada de saber de ti después de este tiempo vacacional tan atípico.
Un abrazo, y cuídate.
Me alegra leerte.
ResponderEliminarFeliz Septiembre.
Un abrazo.
Hola Pilar, un gusto volver a leerte. A ordenar y plasmar esas ideas entonces porque el resultado será maravilloso. Te abrazo a la distancia.
ResponderEliminarSiempre hay quienes no nos dejan desmayar en la escritura. Un abrazo. Carlos
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