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lunes, 28 de diciembre de 2020

PÉREZ GALDÓS


Cuentan las nubes que con su pluma fue derritiendo el cemento hasta desenladrillar el centro de la isla para que todos sus paisanos pudiéramos observar el universo donde él habita desde hace cien años.

A la vista está que la pintura no es mi fuerte, pero fue la válvula de escape durante el confinamiento. Un día se me ocurrió poner a don Benito en mi cuadro de cielo enladrillado y montañas de colores, que desafiaban la realidad de tonos volcánicos donde está inmerso el roque Bentayga.

Hoy caí en la cuenta de que “vocablo mudo” no había hecho referencia alguna a nuestro canario más universal en el centenario de su fallecimiento. Así pues, en la medida de mis posibilidades, con todo respeto, orgullo y admiración pongo mi granito de arena plasmando su nombre en este humilde blog. 

¡Arriba Galdós!

martes, 8 de septiembre de 2020

ABECEDARIO EN BUCLE

 

ABC, masculló mi viejo editor por séptima vez. ¿Qué se traería entre manos? No tuve la cortesía de preguntar si necesitaba algo porque aún estaba inmersa en la efervescencia de los personajes, situaciones y de la prisa por entregarle el manuscrito que esperaba desde hacía semanas. Era una persona comprensiva y no me hizo reproche alguno. Me invitó a un refresco. Luego sacó una serie de documentos antiguos, entre ellos: un ejemplar de la “Gaceta de Manila” donde se anunciaba el estallido de la guerra a finales del siglo XIX. Estados Unidos invadiría el archipiélago para poner fin al dominio español. 

El tiempo voló. Durante un par de horas estuvimos hablando de cuestiones ajenas al motivo que me había llevado a su despacho. Aquel hombre era una fuente de inspiración. Me había generado tantas ideas para un hipotético próximo trabajo que desde entonces no paro de canturrear: Ei,Bi, SI, Di, I, Ef…, todo el abecedario y vuelta a empezar. 

©Pilar Cárdenes

miércoles, 24 de junio de 2020

BORRACHERA

Como una travesía bíblica en el desierto pasaron cuarenta días, con sus correspondientes noches, sin que la población saliera de sus casas. Desde mi ventana disfrutaba los primeros rayos de la alborada abriéndose paso en el horizonte. Luego regresaba a la cama para escuchar la alegría de los pájaros y hasta el canto lejano de algún gallo. 
El día parecía discurrir tan deprisa que la oscuridad se echaba encima antes de lo que hubiera deseado. Sin embargo, también era un placer contemplar la ciudad silenciosa de ojos chispeantes mientras ocurrían a saber qué historias en tantos hogares. Una de esas noches observé la felicidad de los edificios, contoneándose borrachos de luna llena.

Acrílico 50x20
© Pilar Cárdenes 

lunes, 18 de noviembre de 2019

MIEL ÁCIDA: MI ÚLTIMA NOVELA


No por ser la última es la más nueva. ‘Miel ácida’ tiene una larga andadura que comenzó antes de que escribiera ‘Hábito blanco’. De vez en cuando la retomaba, le hacía cambios, correcciones, aparecían personajes, situaciones y toda la pesca. Al final me propuse terminarla porque es la única de mis novelas cuyas tramas se desarrollan en mi archipiélago -bueno, alguna no-. Pero también porque el escenario principal está en Gran Canaria… Y porque nunca se sabe cuando llega la Mujer de la Guadaña. Afortunadamente, mi amiga Oteaba Auer se encargó del diseño de la cubierta, de maquetar el ebook y también del formato papel de 286 páginas.

Los invito a leer algo más de dos capítulos en Amazon

Pilar Cárdenes

miércoles, 24 de julio de 2019

PI Y LAR

La letra griega π, como signo matemático que empieza con el famoso 3,14, será tan infinito como la cinta formada con el 8 acostado, o la profundidad de los agujeros negros. Pero necesito descender y poner los pies en la tierra para ver las cosas en su justa medida. Creo que a π se le desprecia cuando solo se aplica en geometría. La auténtica esencia de pi escrita en español, por griega que sea ella, es un placer mental, como lo es la lectura de los filósofos oriundos de aquella península en el Mediterráneo oriental.    
Cada jueves de madrugada, me concentro en el enigma de π escrito en lengua viva. He descubierto que si la pongo junto a un cálido lar, descolgado de cualquier crucigrama, forman un soporte rígido imposible de curvar. Entonces experimento la misma sensación de armonía que cuando contemplo el fuste y los capiteles de las columnas dóricas, jónicas y… ¡Esas, esas! 
En consecuencia, no se puede desacreditar a pi porque las letras y las palabras no podamos defendernos físicamente. Es de justicia aplicar a la ilustre letra, creadora de tan intensas emociones y que cuenta con su correspondiente mayúscula; he ahí la prueba del algodón “Π”… ¡Oh cielos, me quedo sin el selfie! Las neuronas me traicionan, los números me atacan… me pierdooooo! 
¿R3g3saré?
Fdo: Mari3,141….pasando por el Lar 59….SOS 384…
©Pilar Cárdenes